sábado, 25 de agosto de 2012

HISTORIAS SOBRE EL DEPORTE


Micah True (Caballo Blanco): ¡Libre para correr!


Correr en libertad fue su vida, y corriendo encontró la muerte el pasado mes de marzo en las montañas del desierto de Sonora, en la frontera entre Arizona y Nuevo México. Micah True, conocido como Caballo Blanco, era un espíritu libre y una leyenda del ultrafondo. El libro Nacido para correr, de Christopher McDougall, narró su relación con los indios rarámuris (o tarahumaras, como se hacen llamar) y de paso catapultó a la fama a este “indio gringo” que hizo de la carrera un modo de vida.

"No soy más que un indio gringo, amigo, corriendo humildemente con los rarámuris" (Micah True)
El pasado 27 de marzo, Micah True salió a correr por el Desierto de Sonora, también llamado Desierto de Gila, a causa del río del mismo nombre que le atraviesa, una zona de cañones y mesetas a caballo entre los estados de Arizona y Nuevo México. Vestía, como de costumbre, camiseta, pantalón corto y sandalias, y no le faltaba la botella de agua sin la que nunca salía. Avisó que iba a correr unos 20 kilómetros, una minucia para él, acostumbrado a rodajes interminables, pero pasaron las horas y no regresó al refugio en el que se alojaba.

Se inició entonces su búsqueda en la que se llegó a batir una superficie de 1.000 km2 del gran desierto, tarea en la que no se escatimaron esfuerzos: medio centenar de personas, perros, vehículos todoterreno y hasta aviones. Incluso participaron en la búsqueda algunos de los mejores corredores de ultrafondo del mundo como Scott Jurek o Kyle Skaggs, y el escritor Chris McDougall, autor de Nacidos para correr, libro que recoge sus peripecias vitales y su relación con los indios tarahumaras, y que le dio fama mundial. Su cuerpo fue encontrado cuatro días después, ya sin vida, con las piernas dentro de un arroyo y su inseparable botella al lado, “sin signos de haber sufrido ningún traumatismo”, según manifestaría el sheriff local. Las causas de la muerte no han trascendido, pero todo apuntaba a un colapso cardiaco. Sólo, en libertad y corriendo. Un hombre de principios, un espíritu libre, Caballo Blanco murió tal y como eligió vivir.

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